domingo, 27 de abril de 2008


Me gritaste ke el cielo se caería sobre mi. Me lo advertiste antes de cerrar la puerta de un portazo y antes de dejarme con el chao en la boka. Pensé ke no era verdad, ke era otra más de esas advertencias tuyas ke terminaban con mi brazo entre tus dedos unas cuantas cuadras mas allá, pero no fue así….ya en el metro, ya sin el techo…el aguacero cayó sobre mi. El peinado de $3000 se desvaneció al igual ke mi delineador. Los tacos se estancaron en un charco y las medias se rompieron justo al borde de la vereda desde la ke pretendía cruzar...mas, a kilómetros de distancia, aún miraba para atrás y me negaba a refugiarme en mi casa y soportar el vendaval junto a una estufa y un té caliente. Kizá era merecedora del último capítulo de la historia…kizá la imaginería aún funcionaba y me hacía creer ke el torrente no era nada…Oxitocina, me dijeron y recordé el paso por las matronas universitarias del hospital. Oxitocina murmuraban los doctores de delantales blancos…una mola, un blasto no sé ké…una pantalla…y una bolsa inherte. 30 horas en una camilla para ke bajo la lluvia las recordara como una irrelevante anécdota…La sangre corría, salía a pedazos…y nadie lo entendió…el torrente de las calles después del portazo kizá sí, pero ya no importaba….oxitocina, oxcitocina…no hay más palabras…El nudo en la garganta se aprieta y no las deja salir…


En honor a nada, me escribo y me reescribo y me digo, como tantas otras veces, ke no hay soledad peor ke la acompañada. Si hubiera salida, habría puertas ke abrir, pero como no las hay, me kedo permanentemente en mi espacio, retorciendo mis manos inkietas y deseantes de girar perillas ke me lleven a otros lados. Temo el momento en ke mi cuerpo ya no se kiera parar para salir y temo el momento en ke mi vida se congele infinitamente y no haya oportunidad de sikiera esperar salidas. Si el materialismo dialéctico al menos me diera respuestas, todo mejor andaría, pero el materialismo dialéctico se pudrió junto con caos religiosos ke han intentado comprender una cosmogonía ke deplora al ser humano, prolongando su angustia, la ke keda como única herramienta latente ke justifica la existencia…Cuando leí, “no hay bien, no hay mal ni orden ni belleza”, comprendí ke el status quo es la reafirmación máxima de esta angustia: necesitamos héroes de una cosmogonía institucionalizada, Héroes ke nos humillen con su sola presencia y ke nos recuerden a cada instante lo distantes ke están de nuestra realidad…Cuando alguna vez dije, no existen héroes, fui yo misma la encargada de decirme ke sí los hay, porke sin ellos la lucha diaria ke realizo no tendría justificación…

Ya no me caí a pedazos…pero ke bueno sería hacerlo…